lunes, 15 de enero de 2018

LA PÁGINA DE JUAN CARLOS DE PABLO


En 2018 tampoco nos vamos a aburrir
Juan Carlos de Pablo





Aumentará el empleo en el año que acaba de comenzar? ¿Subirá el PBI real como en 2017 o volveremos al sube y baja de los últimos años? ¿A cuánto cotizará el dólar a fines de septiembre próximo? ¿Qué ocurrirá con las cuotas de los créditos hipotecarios? Estos son algunos de los interrogantes que nos planteamos los argentinos. A veces por curiosidad, a veces porque tenemos que tomar las decisiones.
Buscando respuestas relevantes conversé con el norteamericano Charles Jesse Bullock (1869-1941), quien entre 1917 y 1929 dirigió el Comité encargado de las investigaciones económicas en la Universidad Harvard, a raíz de lo cual presidió el desarrollo del "barómetro de tres curvas", un indicador de cambios en la tendencia del ciclo económico. La herramienta fue abandonada porque pronosticó muy mal la crisis que comenzó el 24 de octubre de 1929, cuando se desplomaron las cotizaciones en la bolsa de Nueva York; crisis inigualada hasta ahora por su duración, extensión y profundidad.
-¿Sobre la base de qué calculabanel barómetro?
-A partir de series mensuales, que arrancaban en 1903, corregidas por tendencia y estacionalidad, para aislar el componente cíclico, surgieron tres curvas: la A, basada en precios de acciones y débitos bancarios en Nueva York; la B, basada en precios mayoristas y débitos bancarios fuera de Nueva York; y la C, basada en tasas de interés de corto plazo. El agrupamiento se basó exclusivamente en consideraciones estadísticas. A partir de 1919, el Comité comenzó a publicar la Revista de estadísticas económicas, que luego se transformaría en la Review of economics and statistics.
-¿Cómo utilizaban los datos históricos para proyectar?
-Junto con mis colegas, inspeccioné la relación que existía entre las tres curvas, prestándole particular atención a los desfasajes de los movimientos entre ellas. A pesar de carecer de fundamento teórico, el barómetro funcionó muy bien, anticipando claramente la crisis de 1920 y la recuperación de 1922. Por lo cual durante la década de 1920 era muy respetado y su metodología fue copiada, por ejemplo, por el Instituto de investigaciones del ciclo económico de Berlín.
-¿Qué pasó en 1929?
-Una interpretación "mecanicista" del barómetro hubiera anticipado la recesión que se inició en dicho año, pero nos tembló la mano y fallamos. Varios pronósticos muy optimistas, realizados durante la Gran Depresión, condujeron a la disolución del Comité.
-Acaba de comenzar 2018...
-No basen las decisiones exclusivamente en las planillas Excel, por más impactantes que sean las presentaciones y sobre todo cuando se pronostica con decimales.
-¿Está usted recomendando ignorar los números?
-De ninguna manera, estoy diciendo que se analicen los números teniendo en cuenta las consideraciones políticas, sociales, históricas y de credibilidad. En su país no le prestaría mucha atención a los pronósticos o a las metas plurianuales referidos a variables como la meta de inflación.
-Pero como tomamos decisiones sobre la base de lo que creemos que vaa pasar, ¿en qué debemos basarnos?
-Los econometristas valoran mucho la robustez de los resultados. Cuando en una regresión la inclusión de alguna variable independiente adicional, así como la incorporación de más observaciones, no sólo modifica el valor sino también el signo de los coeficientes, los resultados son muy poco robustos. Antes se decía que tomar vino hacía mal para la salud y ahora resulta que hace bien. La robustez se relaciona con la prudencia, con apreciar lo que funcionó.
-El ejemplo del resfrío, que usa Arnold Carl Harberger...
-Exacto. Ningún médico puede asegurar si determinada persona se resfriará o no el próximo invierno; pero quien hace vida sana y se abriga, tiene menos chances de resfriarse que quien come cualquier cosa y sólo usa camisas.
-¿Qué quiere decir con esto?
-Todo decisor individual sigue atentamente la política económica; y en función del pasado evalúa la credibilidad de las proyecciones oficiales. En un país tan vertiginoso como el suyo, hablar del año 2018 es demasiado pretencioso; la toma de decisiones se basa en el arranque de 2018.
-¿Y qué se espera?
-La continuación de lo que vino sucediendo. La clave de la conferencia de prensa del 29 de diciembre pasado está en la ratificación del gradualismo fiscal y su correlato en términos de endeudamiento, basado en que -según el Poder Ejecutivo Nacional- la estrategia es factible y resulta compatible con las restricciones políticas y sociales.
-¿Y si no fuera factible?
-El Gobierno tendrá que hacer lo que ahora dice que no tiene necesidad de hacer.
-Mientras tanto, ¿cómo adoptamosdecisiones?
-Como lo vinimos haciendo hasta ahora. Quien vende televisores en cuotas fijas en pesos, no es que sabe que no habrá un salto inflacionario hasta que termine de cobrar las cuotas, sabe que no puede incluir en el precio una tasa de interés "a prueba de todo", porque no vendería ninguna unidad. Y si no vende, se funde hoy mismo. En cierto modo, pelea todos los días para ver si puede postergar la quiebra o esquivarla por completo. Todos hacemos lo mismo.

-Don Charles, muchas gracias.

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