viernes, 29 de diciembre de 2017

CALENTAMIENTO GLOBAL


Los fenómenos extremos que el calentamiento global agravó
Influido por el cambio climático, el año pasado quedó marcado por ser el más caluroso del que se tenga registro, las sequías en África y otros desastres naturales
Cerca de la ciudad keniata de Dadaab, la sequía hace estragos.
 El clima extremo dejó su marca por todo el planeta en 2016, el año más caliente del que se tenga registro. El récord de calor horneó Asia y el Ártico. Las sequías azotaron Brasil y el sur de África. La Gran Barrera de Coral sufrió el peor blanqueamiento que se recuerde, lo cual provocó la muerte de una gran franja de coral.
En la actualidad, los climatólogos empiezan a entender cuáles de las calamidades del año pasado se pueden o no relacionar con el calentamiento global.
En una nueva serie de trabajos que se publicaron recientemente en el boletín de la Sociedad Meteorológica Norteamericana, investigadores de todo el mundo analizaron 27 eventos climáticos extremos de 2016 y encontraron que el cambio climático que provocó el hombre era un "motor significativo" en 21 de ellos. El esfuerzo es parte del creciente campo de la atribución del cambio climático, el cual explora las conexiones que hay entre el calentamiento y los eventos del clima que ya han tenido lugar.
Para juzgar si el calentamiento global aumentó la probabilidad de que ocurriera un evento climático extremo, los científicos suelen comparar datos del mundo real -de momentos en los que el aumento de los gases de efecto invernadero calentó el planeta durante el siglo pasado- con un mundo contrafactual modelado en el que no hay esas emisiones crecientes. Esta técnica ganó una aceptación generalizada entre los climatólogos en la última década. Estos cinco eventos climáticos de 2016, los científicos los atribuyen, principalmente, al calentamiento global.
1 Temperaturas récord en todo el mundo

El año pasado, la Tierra alcanzó las temperaturas más altas de las que se haya tenido registro, al romper las marcas de 2015 y 2014. Aunque esto refleja en parte la influencia de El Niño, un evento cíclico que ocurre en el océano Pacífico y puede elevar las temperaturas de la superficie terrestre, un nuevo estudio que encabezó Thomas Knutson, de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por su sigla en inglés), concluyó que el calentamiento récord a nivel mundial "sólo era posible a causa del calentamiento sustancial que provocó el hombre durante un siglo".
Otros dos estudios también concluyeron que las temperaturas inusualmente elevadas en Asia y el Ártico en 2016 "no habrían sido posibles sin el cambio climático que causó el hombre".
Este tipo de aseveraciones son particulares: lo que suele suceder es que los científicos sólo llegan a decir que el calentamiento global propició la ocurrencia de un evento climático extremo. En estos casos, los investigadores climáticos fueron más allá al encontrar que este calor extremo no habría podido pasar en un mundo sin emisiones de gases por parte del hombre.

2 El blanqueamiento de la Gran Barrera de Coral
En los últimos dos años, el calentamiento inusual de las aguas en el Pacífico provocó que se blanquee la Gran Barrera de Coral (Australia), un fenómeno en el que el coral expulsa algas vitales de su tejido y toma un espectral aspecto blanco. Si persisten las temperaturas calientes del agua, muchos corales se pueden extinguir, lo cual tendría terribles consecuencias para los ecosistemas marinos que dependen de ellos.
En este caso, los científicos fueron más mesurados al no culpar totalmente al calentamiento global, en parte porque el impacto de El Niño fue difícil de esclarecer: un estudio que encabezó Sophie Lewis, de la Universidad Nacional Australiana, concluyó que las emisiones de gases de efecto invernadero que producen los humanos "probablemente hayan aumentado el riesgo del blanqueamiento extremo en la Gran Barrera de Coral" debido a la exposición al incremento térmico en el océano.
El estudio también advirtió que era probable que aumentaran los riesgos en el futuro.
3 Sequía en África
En los primeros meses de 2016, sequías intensas y olas de calor azotaron la mayor parte del sur de África y ocasionaron una escasez de comida y agua a nivel local que afectó a millones de personas.
A pesar de que este tipo de "sequías súbitas" se suelen asociar a El Niño, los científicos ahora afirman que el cambio climático también tiene un papel importante. Un estudio que encabezó Xing Yuan, de la Academia China de Ciencias, encontró que las sequías súbitas se habían triplicado en la región durante los últimos 60 años y que el cambio climático había sido "el principal responsable" de la tendencia.
Sin embargo, no se puede culpar al cambio climático de todas las sequías recientes. En un estudio diferente, los investigadores analizaron una sequía de cinco años en el nordeste de Brasil, pero "no pudieron hallar suficiente evidencia de que el cambio climático provocado por los humanos incrementara el riesgo de sequías".
4 Incendios forestales en América del Norte
En 2016, los incendios forestales quemaron cerca de 3,6 millones de hectáreas en territorios del oeste de Canadá y Estados Unidos, incluido un incendio que fue particularmente destructivo en Alberta, el cual generó evacuaciones masivas y destruyó 2400 hogares.
En este caso, lo más probable es que el cambio climático haya tenido un papel secundario.

Investigadores de la Universidad de Edimburgo encontraron que el calentamiento global había provocado que la probabilidad de "un déficit extremo de la presión del vapor" aumentara cinco veces durante los meses de verano en la región: una medición de los cambios en la humedad atmosférica que se asocia a la sequía de la vegetación y al riesgo de incendios forestales. No obstante, este hallazgo llegó con una advertencia: el aumento del riesgo de incendios que está relacionado con el cambio climático no corresponde a mayo, cuando se desató el incendio de Alberta.
5 La "mancha" cálida en el océano Pacífico
En los últimos años apareció una gran masa de agua caliente inusual en las costas de Alaska, a la cual se la conoce popularmente como "la mancha". Estas aguas cálidas permitieron que prolifere un alga tóxica en toda la región, la cual provocó la muerte de miles de aves marinas y forzó el cierre de muchas pescaderías locales.
Un nuevo estudio que encabezó John Walsh, experto de la Universidad de Alaska, mencionó que la mancha "no tenía precedentes" y argumentó que "no se podía explicar salvo por el calentamiento climático antropogénico", aunque los factores naturales como El Niño y la variabilidad atmosférica también tuvieron un papel importante.
El estudio también concluyó que era probable que se presentaran más de ese tipo de manchas si aumenta el calentamiento, lo cual "tendrá como resultado un cambio profundo en la gente, los sistemas y las especies".

B. P. y N. P

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