LEGISLATURA RECOMIENDA

UNA GALLEGA DESARMADA".

UNA GALLEGA DESARMADA
ALICIA MARTÍNEZ
Ubíquese, lector, en diciembre de 1974. Perón había muerto el primero de julio de 1974. Gobernaba su esposa, Isabel Martínez de Perón dirigida por el Brujo López Rega. Aquel día, las AAA me estaban esperando en la casa de mi vieja. Yo tenía veintitrés años. Si bien ya no vivía allí, ese era mi domicilio legal. Y fue a partir de ese momento cuando mi vida daría un vuelco de ciento ochenta grados. Pasé de ser “la hija del almacenero” a una peligrosa terrorista para las AAA.
Primero, casa de torturas (como se llamaba en ese entonces) en Ezeiza, luego Coordinación Federal. Cuando me blanquearon, después de varios hábeas corpus que presentó mi vieja, aparecí en el penal de Villa Devoto. Allí “ me bajaron el P.E.N.” (pasé a disposición del Poder Ejecutivo) y después de la absolución judicial, solicité la “opción para salir del país”.
Perú me dio asilo político. Desde ese momento, comienzo a ser una ex presa política camino a un largo exilio.
Las dictaduras sudamericanas implementaron el Plan Cóndor. Todas las fuerzas represivas estaban interconectadas en la persecución de lo que llamaban“ terroristas, subversivos”.
Y aquí comienza la historia que quiero transmitir. No es una novela ni un texto literario.
Es el testimonio de cómo sobreviví en condiciones extremas por los distintos países latinoamericanos por los que transité. Con todos los viajes que tuve que hacer por América “un poquito caminando y otro poquitito a pie”, como diría M. Elena Walsh, huyendo de las fuerzas represivas más las “estadías “en las mazmorras sudamericanas cuando ELLOS me encontraban.