domingo, 30 de abril de 2017

ASUNTOS DE BAÑO....PERO QUE TIENEN QUE VER CON NUESTRA SALUD



Piensen en uno de los órganos más importantes del cuerpo. El responsable de nuestro medio interno. El que permite cierta composición ideal de la sangre. Déjenme adivinar: pensaron en el corazón, o quizá en el cerebro, ¿verdad? Frío, frío. Estamos hablando del maravilloso, silencioso, desapercibido, nunca bien ponderado y provenzal riñón. Sí señores: somos, en buena parte, el producto de la acción de nuestros riñones, los que sólo recordamos cuando nos dan algún dolor de cabeza (o de riñón, claro).
¿Y qué hacen los riñones? Muy sencillo: hacen pis. Pero no cualquier pis: uno que puede ser más frío, más caliente, más o menos ácido, salado o dulce (auch.), patito o transparente; todo cambia en la orina para que el cuerpo no cambie nada, o casi nada. Pero hay algo que sí parece cambiar: la cantidad de orina, como todo padre de bebes sabe y experimenta a diario. Y seguro que los animales más grandes se la pasan haciendo pis por largo rato. ¿o no?

Esta tan científica pregunta desvelaba al maravilloso laboratorio del no menos maravilloso Dr. David Hu, un ingeniero mecánico de la universidad Georgia Tech.
Es más: ¿qué pasa con la fuerza de la gravedad y la micción? ¿Y si a Newton en lugar de una manzana le hubiera caído. bueno, ya se imaginan? David dice haber tenido la epifanía al cambiar los pañales de sus bebes, y pensando que nada podría ser peor. excepto, quizá, tener que cambiar pañales a un bebe elefante. O a otros mamíferos, para no tener que pensar en las rarezas del reino animal, como gaviotas que excretan sal por los picos, o tortugas que eliminan urea por la boca, entre otras delicatessen urinarias.
Pero esto es ciencia experimental, no pensamientos de padres, así que Hu y sus estudiantes se fueron al zoo de Atlanta a filmar animales haciendo pis: 32 especies distintas de mamíferos, desde elefantes a ratas, para luego ver los edificantes videos en cámara lenta (sí, y eso fue no sólo una tesis de doctorado sino un artículo en la prestigiosa revista de la Academia Nacional de Ciencias).
La hipótesis debería ser que los elefantes, con vejigas de 18 litros que pueden inflarse hasta producir unos 160 litros de pis, orinarían durante mucho más tiempo que, por ejemplo, los gatos, con sus míseros 5 mililitros de guardado.
Pero no: tardan los mismos 20 segundos en la evacuación. Lo mismo que las vacas, los perros o los koalas, o que cualquier mamífero que pese más que tres kilos. Increíble, pero real. Los más pequeños no siguen esta regla porque se ven obligados a hacer gotitas aquí y allá.


La clave, dice Hu, está en la uretra, más larga en los bichos más grandotes. El peso del fluido en la uretra lo empuja para abajo, y si el tubo es más largo, aumenta el flujo de salida, por lo que hacen más en menos tiempo, hasta que todo se balancea mágicamente. en 20 segundos.
Así, el elefante, con su uretra de un metro de largo, genera una gran presión sobre el fluido, que lo hace orinar mucho más rápido que otros con menor volumen y longitud de tuberías.
En estos tiempos de ciencias útiles uno podría preguntarse y con eso qué, además de ganarse un premio Nobel. Pues bien: Hu y sus cómplices sostienen que esta observación tiene posibles aplicaciones no sólo en la salud humana, donde a veces hay complicaciones con la presión en la uretra que dificultan la micción, sino también en ingeniería hidráulica, de manera de diseñar aparatos y tanques de agua teniendo en cuenta sus presiones de salida.
Ya lo saben: la ley de hidrodinámica urinaria universal de Hu prevé que todo bicho más o menos grande tarda unos 21 segundos en el baño. Será cuestión de ir agarrando el cronómetro.
D. G. 

TECNOLOGÍA DESDE LA ANTIGUEDAD


3 inventos geniales que quizás no te imaginás que vienen de la antigüedad
La máquina de vapor, el sismógrafo y el GPS tienen antecesores milenarios
En 1698, un ingeniero e inventor inglés llamado Thomas Savery patentó el primer motor a vapor. Parece un dato indiscutible. No obstante, no faltará quien piense que realmente el que se merece el título es un español llamado Jerónimo de Ayanz, que en 1606 registró la primera patente para una máquina que funcionaba con vapor para sacar el agua de las minas que administraba.
A menudo hay dudas y discusiones frente a lo que se presenta como un hecho, pero en general las fechas se mueven unos años adelante o atrás. Lo maravilloso, sin embargo, es que muchos tienen una historia considerablemente más larga. Te contamos la historia de tres de ellos.
1. El motor de vapor de Herón de Alejandría
A principios del siglo I, el matemático e ingeniero griego Herón de Alejandría inventó una máquina que funcionaba con vapor. Lo llamó eolípila, en honor a Eolo, el dios de los vientos. Se le conoce también como aelópilo, aelópila o la fuente de Herón.
La eolípila tenía una esfera posicionada de tal manera que pudiera rotar sobre su eje, con dos chimeneas curvas a los lados. Estaba montada en un par de tubos que descansaban sobre una caldera, en la que había agua; al hervir producía el vapor necesario para que la esfera se moviera.

Cómo ser vería una eolípila.
El vapor subía por el par de tubos, entraba en la bola hueca y al salir por las chimeneas generaba el impulso que la hacía rotar cada vez más rápido, hasta el punto en el que la resistencia de la tracción y el aire hacían que empezara a girar a una velocidad estable.
Con su máquina, Herón demostró el potencial del uso del vapor para la propulsión. Pero, hasta donde sabemos, ni su eolípila ni su idea fueron usadas para propósitos prácticos. No fue sino hasta 1551 que el polímata musulmán del Imperio Otomano Taqi al-Din describió una turbina de vapor en su libro "El sublime método de las máquinas espirituales", cuya aplicación práctica era la rotación de un asador.
2. El sismógrafo de Zhang Heng
Aunque aún no podemos predecir terremotos, llevamos mucho tiempo tratando de detectarlos, registrarlos y medirlos. Quizás más tiempo del que te imaginás.
En el año 132 el científico y artista Zhang Heng creó el sismoscopio, antecesor del sismómetro, que en teoría detectaba terremotos, aunque no registraba ni la hora ni la intensidad de ellos. No obstante era tremendamente útil, pues usándolo indicaba la dirección del epicentro del sismo, y así el gobierno Han podía enviar ayuda rápidamente a las regiones afectadas por el fenómeno natural.
La veleta de terremotos china.
Lo llamaron "veleta de terremotos", pues en ese entonces aún no sabían que los temblores se debían a movimientos de las placas tectónicas y Zhang Heng creía que eran causados por el viento.
Se trataba de una urna de bronce de alrededor de 1,80 metros de diámetro, con ocho dragones deslizándose hacia abajo por sus paredes, cada uno con una bola en la boca. Debajo de los dragones había ocho sapos de bronce con sus bocas abiertas.
Adentro de la urna, que parecía un samovar, había un péndulo. Cuando la tierra temblaba, el mecanismo interno hacía que una bola se soltara de la boca de alguno de los dragones y cayera en la de un sapo. El sonido que hacía al caer hacía de alarma de alerta y, como cada uno de los sapos representaba una dirección, como los rumbos en una rosa de los vientos, con sólo ver en cuál boca había caído la bola sabían dónde se necesitaba socorro.
3. La legendaria piedra solar de los vikingos
El rumbo a tomar también era indispensable para los marineros vikingos, quienes cruzaban los mares del Atlántico Norte, valiéndose de todos sus conocimientos y -según la leyenda nórdica- de una piedra solar, que les permitía orientarse sin brújula, aunque en sus dominios los días y las noches estuvieran casi siempre nublados.
La fabulosa piedra fue descrita en una saga islandesa como una gema mágica que cuando se alzaba en dirección del cielo revelaba la posición del Sol, incluso si aún no había amanecido o si ya había oscurecido.
Un cristal de cordierita.
Pero se quedó por siglos atrapada en la mitología y la literatura hasta que en 1967 el arqueólogo danés Thorkild Ramskou lanzó la hipótesis de que los vikingos usaban la polarización de la luz dispersada por las nubes ayudándose de cristales de cordierita. No obstante, no convenció a muchos, pues no demostró cómo era posible hacerlo.
Casi medio siglo más tarde, en 2013, un equipo de científicos basados en la Universidad de Rennes, en Francia, publicó evidencia que sugería que la hipótesis de Ramskou era cierta. Habían estado estudiando durante tres años un cristal encontrado en un barco que naufragó en 1592 y todo parecía indicar que los marineros de la época lo usaban de la misma manera que sus antecesores vikingos.
Pero, ¿cómo? La piedra solar tiene una propiedad inusual: crea una doble refracción de la luz solar, incluso cuando está oscurecida por nubes o niebla. Si girás el cristal frente a tus ojos hasta que la oscuridad de las dos sombras sea igual, podrás señalar la posición del Sol con una notable precisión.
Es probable que los aventureros vikingos calibraran su mágico cristal tomando una medida en un día soleado e utilizaran gráficos que mostraran la posición del Sol en diferentes épocas del año. Algo así como un GPS de cristal.
B. B. C. M. 

HISTORIAS DE BUENOS AIRES


¿Dónde estaba originalmente el Cementerio de Chacarita? Cuatro curiosidades, a 146 años de su inauguración
Su apertura tuvo que ver con una epidemia que azotó a la Ciudad en el siglo XIX y a los 5 años fue mudado
Si bien son los iniciales terrenos del nuevo cementerio, nos sirve como documento fotográfico de como pudo haber sido el viejo cementerio de 1871. (Samuel Rimathé).
Un 14 de abril, pero de 1871, se inauguraba el Cementerio de Chacarita que fue construido en tiempo record cuando la epidemia de fiebre amarilla comenzó a hacer estragos en la Ciudad de Buenos Aires.
Habló  Hernán Santiago Vizzari, investigador histórico y autor de Cementerio de Chacarita, que contó 4 curiosidades de un lugar emblemático de la Ciudad.
1. El primer lugar donde se fundó, ahora es un parque
La epidemia hacía estragos en la Ciudad y los dos cementerios existentes (el del norte: Recoleta, y el del sur: en Parque Patricios estaban repletos) por eso se destinaron unas cinco hectáreas de lo que hoy es el Parque los Andes para fundar el "cementerio del oeste" lo que se conoció como el Cementerio Viejo. Allí llegaron a realizarse más de 500 inhumaciones en un sólo día.

Documentos oficiales de 1871 de la inauguración del cementerio en su primer lugar..
Una Comisión del Consejo de Higiene y otra de la Municipalidad de Belgrano hizo 11 días antes de la inauguración un estudio Topográfico en la Chacarita, inspeccionando el lugar para emplazar un cementerio en el "local elegido" como también el camino de tierra que conduce al mismo.
Permanecería en ese lugar abierta hasta 1875 cuando se decide su ampliación y traslado a unos pocos metros hasta el lugar que ocupa en la actualidad.
2. Vías en tiempo récord para llevar los muertos
Los muertos por la fiebre amarilla eran tantos que las carretas no tenían tiempo de trasladarlos todos, por lo que se construyeron vías.
El 18 de abril de 1871, 4 días después de la apertura del cementerio, se habilita una estación en Corrientes y esquina Bermejo que recibía los cadáveres para ser llevados al Cementerio de la Chacarita por el ramal del Ferrocarril del Oeste.
Mapa de Chacarita en la época en que se proyectó el cementerio.
El Ramal partía de la esquina Centro América (hoy avenida Pueyrredón) y Avenida Corrientes. Seguía por esta calle hacia el Oeste hasta su destino en las inmediaciones del nuevo cementerio. Tenía dos paradas: uno a la altura de la calle Medrano y otro en el cruce con Canning (hoy Avenida Scalabrini Ortiz). En el punto de partida se construyó un galpón depósito destinado a guardar los cadáveres. El 19 de Abril se inauguró la estación Bermejo.
3. Siguió funcionando hasta 11 años después de que se cerrara
En 1874 el Estado decide agrandar nuevamente el cementerio y le pide a Don Agustín Comastri que ceda las tierras linderas al viejo cementerio. Como eran muy extensas, Comastri se niega a cederlas y el Estado le expropió varias manzanas que tenían cultivos, pagándole un ínfimo precio por estas.
Documentos oficiales de 1871 de las estadísticas de enterrados en Chacarita y causa de la muerte.
El año siguiente se clausura el viejo cementerio, pero siguió funcionando hasta 1886 donde quedó definitivamente cerrado. A principios de 1887 se exhumaron los cuerpos y fueron trasladados al osario general del nuevo complejo.
4. Quisieron cambiarle el nombre, pero por la gente lo conservó
La única tumba existente del viejo cementerio de 1871 es la del doctor Adolfo Argerich quien falleció cumpliendo con su deber, un 19 de Abril de 1871 en plena fiebre amarilla..
EL 30 de Diciembre de 1886 se inaugura el "Cementerio del Oeste", pero la población lo seguía llamado "de la Chacarita" por lo que en 1949 según el decreto N° 2.163 se deja como nombre definitivo "Cementerio de la Chacarita".
Según detalló Vizzari, la implantación definitiva de la necrópolis alteró la fisonomía de la zona campesina y entristeció el lugar de inmediato. Pero por otro lado, el cementerio fue propulsor de progreso y adelanto. Se logró que llegara al lugar una línea Férrea (el tren de los muertos) además de dar el puntapié inicial a la llegada del Tramway Rural, los Tranvías de caballos, de vapor y luego eléctricos.
Esto derivó en la mejora de los caminos, en especial la actual avenida Corrientes y se registró una llegada masiva de obreros, queriendo abandonar los conventillos de la Ciudad para tener su casa propia. Además, aparecieron los comercios relacionados con el Cementerio: florerías, herrerías, marmolerías.
J. M. C. 

CINE EN EL RECOLETA


Programación de cine durante mayo y junio en el Centro Cultural Recoleta
Durante mayo y junio, en el cine del Recoleta se proyectarán historas conmovedoras como la vida de familias de taraferos, pueblos originarios luchando contra la deforestación, una mirada sobre adolescentes en situación de vulnerabilidad, y una remembranza a un ser querido. Tres de las películas (Los besos, Gran Chaco e Hijos Nuestros) fueron seleccionadas por el ciclo radar línea de promoción del Recoleta para artistas jóvenes que brinda un espacio para difundir a los nuevos creadores y estimular sus producciones. Entradas $50. 2x1 para menores de 30 años en boletería.

Raídos
Dirección: Diego Marcone
Viernes 5, 12, 19 y 26 de mayo, 21 h
Un grupo de jóvenes busca subsistir día a día en la tarefa, la cosecha de hojas de yerba mate, un trabajo doloroso y mal pago que consume sus cuerpos. Son hijos de familias de tareferos, criados en un barrio tarefero de los tantos que rodean la ciudad de Montecarlo, en la provincia de Misiones. Sus manos están destinadas a forjarse en la cosecha. La yerba mate necesita tareferos; jóvenes tareferos que no quieren serlo. Ante el comienzo de una nueva temporada de cosecha, cada uno de ellos tomará un camino dentro de sus posibilidades o la falta de ellas.
Trailer: https://vimeo.com/143051089

Los besos
Dirección: Jazmín Carballo
Sábado 6, 13, 20 y 27 de mayo, 20 h
Un vuelo demorado prolonga la estadía de Jerónimo en la ciudad. Allí se reencuentra con Lisa, tiempo atrás fueron pareja y hoy lo parejo está lejos de sus decisiones. Personajes que oscilan en un verano de indecisión donde nada parece apurarlos.
Trailer: https://vimeo.com/108305480

Gran Chaco
Dirección: Lucas van Esso
Sábado 5, 12, 19 y 26 de mayo, 21.50 h
Un documental que revela la relación de los pueblos originarios con la naturaleza y los problemas causados por la deforestación debida al avance de la frontera agrícola.
Trailer: https://www.youtube.com/watch?time_continue=5&v=TJb0pHzgerQ

La Organización Negra (ejercicio documental)
Dirección: Julieta Rocco
Domingo 7, 14, 21 y 28 de mayo, 19 h
Buenos Aires, 1984. La ciudad despierta de la larga noche de la dictadura. Sus calles vuelven a poblarse de gente. La euforia democrática lo tiñe todo de un optimismo multicolor. Sin embargo, desde los márgenes, un grupo de jóvenes se prepara para intervenir el espacio público de una forma revolucionaria. La Organización Negra (Ejercicio Documental) ensaya la historia de La Organización Negra, el colectivo teatral que entre 1984 y 1992 se propuso dejar de lado la palabra y poner el cuerpo y la acción en primer plano, desarrollando un nuevo lenguaje escénico basado en imágenes, que apelaban a la provocación del espectador derribando la cuarta pared del teatro tradicional. La Organización Negra fue el germen de grupos posteriores como De la Guarda y Fuerza Bruta.
Trailer: https://www.youtube.com/watch?v=D-KzQ6VTEOI

Pibe chorro
Dirección: Andrea Testa
Viernes 2, 9, 16, 23 y 30 de junio, 21 h
Pibe Chorro busca interpelar la construcción social que existe sobre los adolescentes de sectores populares, quienes nacen con sus derechos básicos ya vulnerados y que al crecer son vistos como peligrosos y futuros delincuentes. Este documental ensayo aborda miradas sobre la problemática, partiendo de imágenes construidas por los medios de comunicación que (re)producen este estigma hasta llegar a la militancia barrial de una agrupación que lucha día a día con esta realidad.
Trailer: https://vimeo.com/138082216

Ensayo de Despedida
Dirección: Macarena Albalustri
Domingo 4, 11, 18 y 25 de junio, 19 h
Mi mamá murió hace diez años y no me acuerdo casi nada de ella. En la necesidad de armarme una historia para poder despedirme nace el documental, en una búsqueda que toma la forma de un ensayo personal con una narración por momentos más cercana a la de un cuento de ficción.
Trailer: https://vimeo.com/213251957

Hijos nuestros
Dirección: Nicolás Suárez y Juan Fernández Gebauer
Sábado 3, 10, 17 y 24 de junio, 20 h
Hugo, que alguna vez fue futbolista profesional, hoy sobrevive como taxista. Los años y los kilos se le vinieron encima. Pero a partir de que conoce a Silvia y su hijo Julián, tiene la oportunidad de revivir algo de su gloria pasada.
Trailer: https://www.youtube.com/watch?v=CPJKQdZa4e0


Horarios: Martes a viernes, de 13.30 h a 22 h // Sábados, domingos y feriados de 11.30 h a 22 h // Lunes cerrado.



Sobre el Recoleta:

Grandes muestras, ciclos, fiestas culturales, clases maestras, laboratorios experimentales, talleres masivos, residencias creativas, convocatorias para la creación, líneas de formación para adolescentes, retrospectivas, experiencias abiertas, happenings literarios, performances colectivas y recitales del indie actual, intervenciones visuales en los patios del centro son algunas de las acciones que buscan transformar al Recoleta en un territorio cultural multidisciplinario.
Hijos nuestros
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DE ARCHIVO....ENTREVISTA A SALVADOR DALÍ



Salvador Dalí: "Fui retro antes que cualquiera"
Un encuentro con el pintor en París revela el excentricismo y la espectacularidad de un personaje clave de la cultura del siglo XX
Del archivo: entrevista publicada en el domingo 27 de febrero de 1977
1904 - 1989
Representante del surrealismo, el genial artista español fue un gran provocador. "Dalí era, al mismo tiempo, un excelente artista y un irritante ser humano", lo había definido George Orwell



Acercarse a Dalí provoca, a la vez, rechazo y atracción. Rechazo por el personaje, por la mise en scene que lo rodea. Los chismes del portero del hotel Meurice, donde para, no lo hacen tampoco demasiado simpático: "Ocupa la suite royale, donde se alojaba Alfonso XIII (dice que no puede hacer menos porque es monárquico). Su Majestad el rey de España sí era un gran señor. Además, muy generoso con el personal. Monsieur Dalí es altanero, casi no saluda, sumamente exigente y jamás da propina. Pero recoge hippies por la calle y organiza grandes festines."
A pesar de todo, si uno no se desanima y logra atravesar esa pantalla, se encuentra ante un gran pintor. Salvador Dalí se encontraba en París para asistir a la presentación de su libro La alquimia de los Filósofos en la Biblioteca Nacional. Como era de esperar, hizo una entrada espectacular, en un auto de proporciones inusitadas, ataviado, como siempre, con una excéntrica indumentaria. Saco de terciopelo a rayas, pantalón de terciopelo violeta, camisa floreada con puños de puntilla, corbata fulgurante, capa negra, bigote engominado para arriba, maquillado, pelo largo más bien ralo (no lo preocupa demasiado, porque la idea de llevar una peluca lo divierte).

Después la editorial Art et Valeur nos invitó a almorzar en su sede para que viéramos de cerca el famoso libro. Los dos tomos están encerrados en una caja monumental. La encuadernación, decorada con una rueda móvil, tiene en su centro la firma de Dalí. Las letras del párrafo están compuestas por tubos transparentes donde se ve circular el manuscrito. La tirada es de 275 ejemplares, 225 escritos en francés e inglés, 50 en italiano y francés. El precio de cada uno es de 150 mil dólares.
Conocer un poco más a Dalí fue una justificada curiosidad. Me citó al día siguiente en el hotel Meurice. A las siete de la tarde, tocaba el timbre de la "suite royale", apartamento 114. Me encontré ante un gran salón. Su mujer, Gala, de 86 años, que no parecen tales (Dalí tiene 72), pelo suelto, ondulado, ojos claros que miran con picardía, traje sastre azul marino ajustado en el talle, estaba sentada en un sofá con dos jóvenes que le tiraban las cartas. Instalé mi grabador, se acercó Dalí.
-¿Así que usted viene de la Argentina? ¿Me conocen allí?
-Muchísimo (pensé que esto me valdría tres preguntas más).
-¿Qué quiere saber?
-¿Dónde vive usted generalmente?
-París, Nueva York, la Costa Brava en verano.
-¿A qué se debe la elección de esas dos ciudades?
-París es la ciudad de la inteligencia y Nueva York, la del dólar.
-¿Por qué se interesa usted por la alquimia?
-La alquimia no es para mí una curiosidad histórica o una actividad paracientífica; anuncia la ciencia moderna.

-¿Existen aún alquimistas?
-Conozco uno en Barcelona que trabaja como sus antepasados del medioevo. Los alquimistas eran considerados como locos, a pesar de ser los más clarividentes de todos. Este libro La Alquimia de los Filósofos es el producto de la deriva de los continentes. En el momento en que se formó el golfo de Vizcaya acontecieron fenómenos telúricos en las grandes masas minerales y constituyeron una verdadera alquimia. Las consecuencias han sido la física cuántica molecular, nuclear y los descubrimientos de la genética, las más gloriosas de la monarquía de las ideas. [Tales conceptos exigían algunas aclaraciones, pero preferí ir hacia otro tema. Miré a mi alrededor. Estaban expuestas varias obras de Dalí. Entre otros, un busto de mujer con un pan puesto sobre la cabeza, que soportaba a su vez una escultura representando el Angelus de Millet enmarcado entre dos lapiceras. Dos choclos colgaban de cada lado del pescuezo. Todo esto parecía de cera, pero era de bronce recubierto de pintura para desconcertar al espectador. El pan tenía el aire de acabar de salir del horno. Dalí, apuntando con el dedo, me dijo]. Mire si no he sido "retro" antes que cualquiera. La hice en 1933 con una efigie en porcelana que encontré en una peluquería. En esa época considerábamos esos ejercicios como simples juegos. No les dábamos la menor importancia. El pan era verdadero. Un día, el perro de Picasso lo devoró. Hoy se reconstruyen con cristal de roca y materiales semipreciosos objetos surrealistas que comprábamos en bazares. Cuando afirmaba en otros tiempos que Gaudí era el más grande arquitecto europeo, todo el mundo se reía. Se reían también cuando yo rehabilitaba a Millet. Vea hoy cuánto ha cambiado la opinión.
-¿Y cuál será la próxima etapa de la pintura?
-Esa etapa es inminente. Hace algunos días encontré el nombre: el hiperrealismo metafísico. Es de todas maneras la pintura que yo hago. El pintor hiperrealista puede progresar mientras que el pintor abstracto no puede. Lo que ellos hacían era subjetivo. Podían solo repetirse. Cuando volvían del cine veían en su taller sus cuadros todos iguales. Qué monotonía. Algunos hasta se suicidaron. El hiperrealismo permite progresar cada día. Está fundado en una técnica clásica. Si hubiese habido cabinas telefónicas en Delft, puede estar segura de que Vermeer las hubiese pintado. Lo que falta al hiperrealismo es un contenido imaginario.

-¿Usted no cree que puede haber otros caminos para la pintura?
-No, la etapa del hiperrealismo metafísico es ineluctable; el hiperrealismo por sí solo no puede eternizarse en la reproducción de objetos y de la foto. Acuérdese de lo que decía Malebranche: "Lo que se ve no está nunca en los objetos sino en nuestra alma". [Miro al cuadro en que está trabajando Dalí. Se ven unas nubes y en el centro un cubo]. Es el cuadro de Las Meninas de Velázquez donde un pintor obtuvo la mejor calidad de aire. Un día, en Madrid, le preguntaron a Cocteau qué cuadro llevaría si se quemara el Prado. Contestó: "Me llevaría el fuego". Yo digo: Las Meninas, porque contiene el aire, elemento pictural por excelencia.
-¿Cómo empieza un cuadro?
-Primero hay que hacer un cielo, luego un agujero en el cielo y pintar dentro de ese agujero. Es ahí donde empieza el espectáculo. Algún día llegaré a traspasar mi cielo. Será el resultado de toda mi actividad espiritual. El aire es el protagonista verdadero de la pintura.
-¿Cómo anda su museo en Figueras?
-Acabo de completar la decoración colocando varias decenas de lavatorios de loza arriba de la cúpula interior. Son lavatorios metafísicos que se parecen a ángeles. [Según la fotografía que me muestra compruebo que tiene razón: de lejos los lavatorios parecen ángeles. La cúpula no tiene techo. En Figueras ya ha sido abierto el agujero en el cielo. Una de las ilustraciones de los distintos textos del libro La alquimia... lleva como título "La Inmortalidad".
-¿Qué es la inmortalidad?
-Es el objetivo final de toda búsqueda alquímica. Detrás de distintos nombres -elixir, piedra filosofal o cinabrio-, se oculta un paso mucho más importante que la simple búsqueda del oro: es la de inmortalidad para los taoístas, la liberación para los yoguis, la eterna juventud para los alquimistas occidentales. Esa búsqueda está presente en todos los textos seleccionados para la La alquimia de los Filósofos.
Vencer la muerte ha sido el problema esencial de Dalí. Para explicarlo hay que acordarse de ciertos detalles de su infancia y de su vida de adulto. Muy pronto conoció la presencia de la muerte. Algunos años antes de su nacimiento murió su hermano mayor. Sus padres, para mantener su recuerdo, dieron a su segundo hijo el mismo nombre: Salvador. A cada rato, cuando era niño, Dalí era comparado con imágenes de ese hermano muerto del que era el doble viviente. Cuando empezó a pintar, durante un largo período creó obras dramáticas en las cuales daba de sí mismo imágenes de cadáveres putrefactos, carnes blandas sostenidas por estructuras también blandas. Era esa muerte la que tenía que vencer, esa muerte que se le imponía y que rechazaba con todas sus fuerzas.

El milagro se produce con la llegada de Gala. Rompe el espejo de las apariencias al que ha sido condenado. Dalí ahora se ve en Gala, ya no se identifica con su hermano muerto sino con su mujer viva. Y los dos se parecen tanto que Dalí firma sus cuadros: Gala-Dalí. "Haré moldear en oro la maqueta de la estación de Perpignan, a su vez maqueta del Universo, y bajo ella dormiré con Gala a la espera de la resurrección".
La angustia de los primeros años se ha transformado en la serenidad que se expresa en la lámina titulada "La Inmortalidad", construida como un cuadro ingenuo y surrealista a la vez.
O. B. S. 

sábado, 29 de abril de 2017

EL INDEC CONTINÚA TRABAJANDO....

Taller sobre violencia de género
El INDEC organizó un taller de sensibilización sobre violencia de género para brindar herramientas conceptuales y metodológicas a los coordinadores de las Direcciones Provinciales de Estadística (DPE) e instituciones de la Ciudad de Buenos Aires, que asisten y registran los casos del Registro Único de Casos de Violencia contra las Mujeres (RUCVM).
La apertura del taller estuvo a cargo de Gladys Massé, Directora Nacional de Estadísticas Sociales y de Población del INDEC, y contó con la presencia de Fabiana Tuñez, presidenta del Consejo Nacional de las Mujeres.
En el taller que ya cerró , con la participación del director del INDEC, Jorge Todesca, estuvieron profesionales y técnicos de San Juan, Chubut, Formosa y la Ciudad de Buenos Aires y se completa así la serie de encuentros regionales iniciados con el fin de abordar la organización de la recolección de la información de violencia contra las mujeres.
Ver más: http://www.indec.gov.ar/gacetillasdeprensa_detalle.asp…

SANTIAGO LANGE; ORGULLO



Para un hombre metódico, fiel a sus rituales, y nunca se subía al barco sin su cortaplumas. Lo llevaba colgado del cuello, en el extremo de una soga trenzada y decorada con nudos náuticos. Había sido regalo de un marinero suyo, y sólo tenía dos prestaciones: un cuchillo y un punzón. Aún se distingue la marca, cincelada en metal: Solingen, toda una tradición en Alemania, con el clásico logotipo del arbolito arriba. Quizá el cortaplumas era para él una certeza en la que afirmarse cuando salía en su barco, el Ana T, un doble proa de 10 metros de eslora, al azar de los vientos y el río.
Así recuerda Santiago Lange a su padre. Lo miraba entonces con los ojos de un chico que había andado por el lomo del río en ese barco antes casi de aprender a caminar. Recuerda también el chinchorro en el que jugaba mientras su padre, Enrique, hacía arreglos en su embarcación. Sólo una soga lo unía a la popa del velero, y aunque el bote parecía clavado en el agua, a Santiago le alcanzaba con la imaginación y un remo para sentir que surcaba los siete mares, muy lejos de los muelles del Yacht Club Argentino.
El río era la libertad. En casa, en cambio, ese padre de pocas palabras que amaba los barcos educaba a sus hijos en el rigor. Era agnóstico, pero si los chicos iban a misa, que lo hicieran en camisa y con los zapatos lustrados. A la mesa debían sentarse peinados. "Mi viejo era un capitán demasiado severo", dice Santiago, que a los siete años se enamoró de los Optimist, donde podía ser capitán y marinero a la vez. Acaso, una forma secreta de emanciparse. Fue como si a ese bote quieto en el que jugaba de chico le hubiera crecido una vela. Entonces soltó amarras y se entregó a los vientos.



A los ocho, en Navidad, sus padres le regalaron su primer Optimist. El día en que lo llevaron al río, antes de botarlo por primera vez, Enrique armó la embarcación que su hijo iba a estrenar. Sin embargo, apenas dejó el muelle, Santiago sacó el mástil, desató la vela y volvió a armar todo él mismo. "A este tipo lo tengo que dejar solo", le dijo un asombrado Enrique a su esposa, mientras ambos, desde la costa, lo veían alejarse.
Desde entonces, los viernes por la tarde Santiago salía del colegio San Juan el Precursor con el bolso al hombro y se tomaba el 60 que lo llevaba de San Isidro a Tigre. Pasaba el fin de semana en el río con Martín Billoch, otro pionero del Optimist que años después se consagró campeón mundial de la clase. Navegaban juntos día y noche. Después, exhaustos, dormían en el Yacht o en el Náutico San Isidro, de donde iban y venían. Pronto, otros adolescentes como ellos se sumaron a la tribu. Desde lejos, las velas salvajes de esos mocosos semejaban gaviotas en vuelo rasante.
Así se hicieron grandes deportistas. Competían aquí y en el exterior. Una tarde, Santiago volvió del río apesadumbrado. La regata se le había escapado de las manos cuando, por un tornillo flojo, la caña del timón se quebró. Enrique escuchó su lamento. Lejos de consolarlo, le soltó sin anestesia: "La regatas se ganan en tierra". Con sólo 12 años, Santiago hizo suya esa máxima. Y la aplicó siempre, hasta Río 2016, donde se instaló ocho meses antes de la competencia para poner a punto su barco, su equipo, su cuerpo y su mente. Así, con 54 años, alcanzó el oro olímpico junto a Cecilia Carranza.
Cuando Enrique murió, la familia arrojó sus cenizas al río. Pocos meses después, Santiago, a los 25 años, ganaba su primer campeonato mundial, en la clase Snipe. Sintió que su padre, desde algún lado, lo estaba ayudando. Hoy lo recuerda cada vez que sale a navegar desde el club Náutico y cuando toma en sus manos el cortaplumas Solingen que se balanceaba del cuello del capitán del Ana T, mientras él, apenas un chico, surcaba los mares a bordo de un bote inmóvil.

TECNOLOGÍA; INSECTOS ROBOTS


Con los insectos robot, la tecnología imita a la ficción
Varias universidades están creando autómatas diminutos, como los de la serie de TV, pero con objetivos mucho más beneficiosos

"Hay un diálogo entre la robótica y la naturaleza", asegura Robin Thandiackal, creador de uno de los más flamantes robots con fisonomía y tamaño de insecto. Concebido en la Escuela Politécnica Federal de Lausana, Suiza, el diminuto autómata se parece a una araña de seis patas y, como ellas, en las extremidades cuenta con almohadillas adhesivas que le permiten trepar por los muros.
Cabe en la palma de una mano e imita muchas de las características del arácnido, aunque es más rápido y eficiente que uno orgánico. "En robótica, como en toda la Inteligencia Artificial, hay dos grandes enfoques. El que busca hacer sistemas artificiales que se comporten como su homónimo natural, y otro que consisten en que el sistema artificial funcione como su símil natural. Por ejemplo, hacer un sistema de vuelo inteligente que se desplace usando la tecnología aerodinámica podrá tener el comportamiento de un pájaro, porque volará con cierta pericia, pero no funcionará como un pájaro, porque sus alas no serán rebatibles ni se agitarán para general la propulsión. En resumen, imitar a la naturaleza es un enfoque posible pero no el único", explica a LA NACION Ricardo Oscar Rodríguez, profesor asociado del Departamento de Computación de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires.
Abejas robot asesinas, en la visión distópica de Black Mirror.
En este sentido, y llevando la lupa sobre el breve cuerpo de los insectos robóticos, el especialista e investigador del Instituto de Ciencias de la Computación UBA-Conicet, advierte que los desarrollos en este campo "pueden intentar imitar la perfección de la naturaleza o tratar de entender cómo funciona un sistema natural y dimensionar su complejidad". En uno y otro caso, subyace un desafío cardinal: trabajar con componentes en extremo pequeños. "Desde el punto de vista tecnológico esto es muy importante. Elementos tan pequeños, de bajo costo y fáciles de fabricar podrían permitir acceder masivamente a un lugar donde se produjo un ataque químico o una catástrofe con nube tóxica; se podría acceder a lugares inaccesibles para nosotros", ejemplifica Rodríguez.
¿Será que una colonia de insectos robóticos se prepara para dar el gran salto? Así parece, pues la mencionada araña helvética es sólo uno de los casos en un terreno cada vez más concurrido, con noticias de ejemplares nacidos en claustros y laboratorios reconocidos en el nivel mundial. Recientemente una abeja robótica posó ante a los flashes de la prensa ostentando su capacidad para polinizar de forma análoga a como lo hace una abeja común y corriente. Se trata de un desarrollo de la Universidad Politécnica de Varsovia, en Polonia, que podría describirse como el drone más pequeño del mundo. No sólo vuela, también se las arregla para localizar una flor masculina, recoger polen y llevarlo a una flor femenina, un proceso que es controlado por software.
Su creador, Rafal Dalewski, sostiene que su desarrollo se postula como una alternativa esperanzadora en tiempos en los que se registra una drástica reducción en la población mundial de abejas, clave para la biodiversidad y la alimentación del ser humano, merma que responde en buena medida a la agricultura industrial y al uso de plaguicidas tóxicos. Según Dalewski, su robot no pretende sustituir a las abejas, aunque "sí ayudar a su labor y complementarla". Se espera que los primeros prototipos comiencen a volar este año, para ser fabricados en serie en 2019.
Un primo cercano es "RoboBee", cuya cuna es la Universidad de Hardvard, de Estados Unidos. La versión más reciente pesa 93 miligramos, es capaz de volar y adherirse a casi cualquier superficie, desde metales hasta hojasde plantas, empleando para esto la electricidad estática. Por ahora requiere un vínculo cableado, pero los científicos trabajan para crear baterías tan pequeñas como esta abeja mecánica.
Abejas robot creadas en Harvard. Foto: Gentileza: K. Ma y P. Chirarattananon
Lejos de la distópica visión de BlackMirror, en en uno de cuyos capítulos abejas robot diseñadas para la polinización son intervenidas y usadas para inducir suicidios, las aplicaciones de los insectos robóticos son múltiples y deslumbrantes. "Imaginen los escombros que quedan después de un desastre natural como un terremoto. Imaginen a estos pequeños robots corriendo a través de esos escombros para buscar supervivientes. O un montón de pequeños robots corriendo por un puente para inspeccionarlo y asegurarse de que es seguro para evitar derrumbes como el que ocurrió a las afueras de Minneapolis en 2007. O imaginen lo que se puede hacer con robots que podrían nadar por el torrente sanguíneo, u operar sin tener que abrir, para empezar. O podríamos cambiar radicalmente la forma de construir cosas, si tuviéramos nuestros pequeños robots trabajando de la misma manera que trabajan las termitas, que construyen increíbles montículos de 8 metros de altura", dice la especialista en microrrobots, Sarah Bergbreiter, en una conferencia TED en la que mostró a la audiencia los avances de su laboratorio, robots del tamaño de un hormiga que incorporan motores también milimétricos.
Otro caso llamativo es una vez más cortesía de la Escuela Politécnica Federal de Lausana, donde idearon robots de gelatina de aproximadamente 4 centímetros de longitud, que se ingieren y se utilizan con fines médicos, principalmente para liberar medicamentos en zonas concretas del organismo, o para realizar estudios intestinales. Los argumentos de la ciencia ficción aparecen como una referencia casi ineludible, sobre todo en estos casos en los que somos testigos de autómatas que se mueven gracias a baterías comestibles, o que se valen de los jugos gástricos y de la temperatura del cuerpo humano como electrolito para generar movimiento. Sin embargo, no se trata de ficción, sino de asuntos en los que efectivamente trabaja la ciencia.

Pequeños robots-gusano que fueron engendrados en la Universidad Politécnica de Madrid también insisten en emular cualidades de determinados seres vivos. "Los microrrobots que hemos desarrollado lo hacen en su funcionamiento, pero también es cierto que su sistema de control está igualmente basado en la forma en que los seres vivos toman decisiones", explica en un paper el líder del equipo, Ernesto Gambao. La elección del gusano como paradigma no es un capricho. De acuerdo con el investigador, el modo de locomoción de este animal (por extensión y contracción) es el que menor consumo de energía requiere y, en tanto, permite extender la vida útil de la batería.
Una y otra vez advertimos que imitar a la naturaleza no un simple antojo, aunque el vínculo trae consigo algunas consideraciones de interés. En palabras de Rodriguez, será bueno, por ejemplo, indagar qué supone que una mosca robot sea más compleja que una mosca tradicional. "Una artificial que tiene más capacidades que su modelo natural inspirador, ¿podrá llamarse mosca o será otra cosa? ¿Una abeja robótica con dos cabezas será pasible de ser llamada abeja?" Y concluye el especialista: "Hemos avanzado mucho y estamos en condiciones técnicas para seguir avanzando a pasos agigantados. La velocidad de procesamiento y la capacidad de almacenamiento siguen creciendo de una manera exponencial, y pronto llegaremos a tener sistemas electrónicos que potencialmente tendrán la capacidad de un cerebro humano, en términos de hardware".
U. B. 

CURSO EDICIÓN DE VIDEOS


EL INDEC EN LA FERIA DEL LIBRO....TE ESPERAMOS....


EL INDEC EN LA FERIA DEL LIBRO
El director del INDEC, Lic. Jorge Todesca, visitó hoy el stand del Instituto en la Feria Internacional del Libro, un espacio didáctico e interactivo que busca acercar la producción técnica del organismo a la población. El stand ofrece varias propuestas: juegos interactivos para niños y adolescentes, información estadística en línea, consultas en la Biblioteca Virtual y del catálogo del fondo documental digitalizado, acceso a los informes técnicos y a las últimas novedades sobre los proyectos de trabajo en curso.
Invitamos a visitarlo hasta el 15 de mayo en el stand 1610, Pabellón Amarillo, de lunes a viernes de 14 a 22 hs. y sábados, domingos y feriados de 13 a 22 hs.

HABÍA UNA VEZ.....A LA DERIVA


Un trepidante cuento del escritor uruguayo Horacio Quiroga. Este año se cumplen ochenta años de su muerte y cien de Cuentos de la selva, un clásico latinoamericano.
El hombre pisó algo blancuzco, y en seguida sintió la mordedura en el pie. Saltó adelante, y al volverse con un juramento vio una yaracacusú que, arrollada sobre sí misma, esperaba otro ataque.
El hombre echó una veloz ojeada a su pie, donde dos gotitas de sangre engrosaban dificultosamente, y sacó el machete de la cintura.
La víbora vio la amenaza, y hundió más la cabeza en el centro mismo de su espiral; pero el machete cayó de lomo, dislocándole las vértebras.
El hombre se bajó hasta la mordedura, quitó las gotitas de sangre, y durante un instante contempló. Un dolor agudo nacía de los dos puntitos violetas, y comenzaba a invadir todo el pie.
Apresuradamente se ligó el tobillo con su pañuelo y siguió por la picada hacia su rancho.
El dolor en el pie aumentaba, con sensación de tirante abultamiento, y de pronto el hombre sintió dos o tres fulgurantes puntadas que, como relámpagos, habían irradiado desde la herida hasta la mitad de la pantorrilla.
Movía la pierna con dificultad; una metálica sequedad de garganta, seguida de sed quemante, le arrancó un nuevo juramento.
Llegó por fin al rancho y se echó de brazos sobre la rueda de un trapiche. Los dos puntitos violeta desaparecían ahora en la monstruosa hinchazón del pie entero.
La piel parecía adelgazada y a punto de ceder, de tensa. Quiso llamar a su mujer, y la voz se quebró en un ronco arrastre de garganta reseca. La sed lo devoraba.
-¡Dorotea! -alcanzó a lanzar en un estertor-. ¡Dame caña1!
Su mujer corrió con un vaso lleno, que el hombre sorbió en tres tragos. Pero no había sentido gusto alguno.

-¡Te pedí caña, no agua! -rugió de nuevo-. ¡Dame caña!
-¡Pero es caña, Paulino! -protestó la mujer, espantada.
-¡No, me diste agua! ¡Quiero caña, te digo
La mujer corrió otra vez, volviendo con la damajuana. El hombre tragó uno tras otro dos vasos, pero no sintió nada en la garganta.
-Bueno; esto se pone feo -murmuró entonces, mirando su pie lívido y ya con lustre gangrenoso. Sobre la honda ligadura del pañuelo, la carne desbordaba como una monstruosa morcilla.
Los dolores fulgurantes se sucedían en continuos relampagueos y llegaban ahora a la ingle. La atroz sequedad de garganta que el aliento parecía caldear más, aumentaba a la par.
Cuando pretendió incorporarse, un fulminante vómito lo mantuvo medio minuto con la frente apoyada en la rueda de palo.
Pero el hombre no quería morir, y descendiendo hasta la costa subió a su canoa. Sentose en la popa y comenzó a palear hasta el centro del Paraná.
Allí la corriente del río, que en las inmediaciones del Iguazú corre seis millas, lo llevaría antes de cinco horas a Tacurú-Pucú.
El hombre, con sombría energía, pudo efectivamente llegar hasta el medio del río; pero allí sus manos dormidas dejaron caer la pala en la canoa, y tras un nuevo vómito -de sangre esta vez- dirigió una mirada al sol que ya trasponía el monte.
La pierna entera, hasta medio muslo, era ya un bloque deforme y durísimo que reventaba la ropa. El hombre cortó la ligadura y abrió el pantalón con su cuchillo: el bajo vientre desbordó hinchado, con grandes manchas lívidas y terriblemente doloroso.
El hombre pensó que no podría jamás llegar él solo a Tacurú-Pucú, y se decidió a pedir ayuda a su compadre Alves, aunque hacía mucho tiempo que estaban disgustados.
La corriente del río se precipitaba ahora hacia la costa brasileña, y el hombre pudo fácilmente atracar. Se arrastró por la picada en cuesta arriba, pero a los veinte metros, exhausto, quedó tendido de pecho.
-¡Alves! -gritó con cuanta fuerza pudo; y prestó oído en vano.
-¡Compadre Alves! ¡No me niegue este favor! -clamó de nuevo, alzando la cabeza del suelo. En el silencio de la selva no se oyó un solo rumor. El hombre tuvo aún valor para llegar hasta su canoa, y la corriente, cogiéndola de nuevo, la llevó velozmente a la deriva.
El Paraná corre allí en el fondo de una inmensa hoya, cuyas paredes, altas de cien metros, encajonan fúnebremente el río. Desde las orillas bordeadas de negros bloques de basalto, asciende el bosque, negro también.
Adelante, a los costados, detrás, la eterna muralla lúgubre, en cuyo fondo el río arremolinado se precipita en incesantes borbollones de agua fangosa.
El paisaje es agresivo, y reina en él un silencio de muerte. Al atardecer, sin embargo, su belleza sombría y calma cobra una majestad única.
El sol había caído ya cuando el hombre, semitendido en el fondo de la canoa, tuvo un violento escalofrío. Y de pronto, con asombro, enderezó pesadamente la cabeza: se sentía mejor.
La pierna le dolía apenas, la sed disminuía, y su pecho, libre ya, se abría en lenta inspiración.
El veneno comenzaba a irse, no había duda. Se hallaba casi bien, y aunque no tenía fuerzas para mover la mano, contaba con la caída del rocío para reponerse del todo. Calculó que antes de tres horas estaría en Tacurú-Pucú.
El bienestar avanzaba, y con él una somnolencia llena de recuerdos. No sentía ya nada ni en la pierna ni en el vientre. ¿Viviría aún su compadre Gaona en Tacurú-Pucú? Acaso viera también a su ex patrón mister Dougald, y al recibidor del obraje.
¿Llegaría pronto? El cielo, al poniente, se abría ahora en pantalla de oro, y el río se había coloreado también.
Desde la costa paraguaya, ya entenebrecida, el monte dejaba caer sobre el río su frescura crepuscular, en penetrantes efluvios de azahar y miel silvestre. Una pareja de guacamayos cruzó muy alto y en silencio hacia el Paraguay.
Allá abajo, sobre el río de oro, la canoa derivaba velozmente, girando a ratos sobre sí misma ante el borbollón de un remolino.
El hombre que iba en ella se sentía cada vez mejor, y pensaba entretanto en el tiempo justo que había pasado sin ver a su ex patrón Dougald. ¿Tres años? Tal vez no, no tanto. ¿Dos años y nueve meses? Acaso. ¿Ocho meses y medio? Eso sí, seguramente.
De pronto sintió que estaba helado hasta el pecho.
¿Qué sería? Y la respiración…
Al recibidor de maderas de mister Dougald, Lorenzo Cubilla, lo había conocido en Puerto Esperanza un viernes santo… ¿Viernes? Sí, o jueves…
El hombre estiró lentamente los dedos de la mano.
-Un jueves…
Y cesó de respirar.

UPCN....PABELLÓN OCRE.....STAND 3218


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Ya se encuentra disponible el micrositio creado especialmente para arteBA en Artsy y a partir del 18 de mayo se podrá ver el preview con las galerías, artistas y obras que estarán a la venta en la feria. / + INFO
CONVOCATORIA ABIERTA PARA URRA
Abrió la convocatoria para artistas residentes en el Reino Unido que quieran aplicar para la residencia en URRA, Buenos Aires. Hay tiempo para aplicar hasta el 2 de mayo. / + INFO
DONJO LEÓN EN CORRIENTES
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viernes, 28 de abril de 2017

EXTRAÑAS PATOLOGÍAS...¿QUIÉN SOS?

INVESTIGADOR, DR. RICARDO "EL MORDAZ"

EL ROSTRO DESCONOCIDO
La paciente del doctor Capgras
Jean Marie Joseph Capgras es un brillante psiquiatra que dirige el asilo Maison-Blanche, en París. En su despacho se presenta un nuevo paciente. Se trata de una mujer de mediana edad, de aspecto normal, salvo por sus ojos, que revelan ansiedad y temor. En la entrevista se encuentra también su discípulo Jean Reboul-Lachaux.

Jean Marie Joseph Capgras (1873-1950)
Con gran preocupación y angustia, la mujer relata que tanto sus familiares como sus vecinos y amigos han cambiado sus rostros. Admite que hay una cierta familiaridad en ellos, pero no son ellos, son otros. Salvo este comportamiento que encaja dentro del delirio, la paciente no presenta ninguna otra manifestación como para considerarla demente.
En sus muchos años de ejercicio profesional y de lidiar con toda clase de trastornos mentales, ni el Dr. Capgras ni su ayudante habían atendido un caso semejante. Pocos días después el caso fue presentado en el ateneo de la Sociedad Clínica de Medicina Mental.
Este episodio ocurrió en 1923 y a poco de que se cumplan 100 años, las neurociencias no han podido dilucidar los mecanismos intracerebrales del que actualmente se conoce como síndrome de Capgras.
Imaginemos otro caso similar: llaman a la puerta, el dueño de casa abre y es la esposa que llega. La va a saludar, pero súbitamente se detiene, porque parece ser la esposa, pero definitivamente no es ella, es una impostora. La situación se torna insostenible para ambas partes. A esto hay que agregar que el paciente percibe a esa especie de doble como un individuo peligroso, alguien que se le acerca con intenciones poco claras, incluso con el propósito de agredirlo.

Una enfermedad que no es tan infrecuente
A medida que se indaga, no son pocas las personas que padecen este síndrome, porque se manifiesta en múltiples enfermedades y trastornos del sistema nervioso central. Por ello, para algunos investigadores, más que un síndrome (enfermedad), se trataría de un síntoma secundario de otras afecciones cerebrales.
La afección es persistente y se mantiene en el tiempo; de nada sirven los esfuerzos que dedique el paciente a tratar de recuperar la verdadera imagen del rostro familiar, lo que indica que se trata de un cuadro delirante. El sujeto es consciente de todo lo demás, y sus funciones cognitivas (memoria, razonamiento, sentimientos, toma de decisiones, etc.), pueden hallarse intactas, pero constituye una personalidad típicamente paranoide, hostil y desconfiada, ocasionalmente con sentimientos de despersonalización y vacío espiritual.
La disociación entre la persona real y la imaginada es esencialmente visual, ya que el sujeto no reconoce al familiar, pero sí su voz cuando habla con él por teléfono.
La ceguera a los rostros del Dr. Oliver Sacks

Profesor Oliver Sacks (1933-2015)
Oliver Sacks era un neurólogo contemporáneo de fama internacional que mediante el empleo de la música y otras técnicas logró mejorar cuadros de daño cerebral grave como consecuencia de una encefalitis o tics extremos incontrolables. Sacks era además un brillante escritor que supo plasmar en libros de fascinante interés, las experiencias con sus pacientes. Algunas de sus obras fueron best-sellers como “El hombre que confundió a su mujer con un sombrero”, “Un antropólogo en Marte” y “Despertares”.
Probablemente el interés de Sacks por investigar enfermedades cerebrales raras, surgió de su propio trastorno muy emparentado con el síndrome de Capgras. Incapaz de reconocer a las personas, porque su memoria no fijaba los rostros, Sacks las identificaba por deducción. Es así que reconocía a una vecina por el perro que paseaba, o llegaba a la conclusión de que la foto que le mostraron correspondía a la Reina Isabel porque se trataba de una anciana de pelo blanco y gesto imperial.
Oliver Sacks falleció en Nueva York el 30 de agosto de 2015 de un cáncer terminal. Poco tiempo antes, sabiendo que su fin estaba próximo, escribió una nota para el New York Times, que cerró con el siguiente párrafo: “Por encima de todo, he sido un ser con sentidos, un animal pensante, en este maravilloso planeta y esto en sí, ha sido un enorme privilegio y una aventura”.

Salvador Dalí. Galatea de las esferas. Elegí este cuadro del genial surrealista porque se aplica perfectamente como alegoría de la desintegración de un rostro.
En conclusión, lo poco que se sabe sobre el síndrome de Capgras es que resulta más frecuente de lo que originariamente se pensaba y que ocurre en una amplia gama de trastornos psicóticos, preferentemente en los de tipo agudo. Es un progreso insignificante en el conocimiento de la enfermedad y muestra una vez más la magnitud insondable del cerebro humano y la dificultad de las neurociencias para develar sus secretos.
Salvatore P, Bhuvaneswar C, Tohen M, et al. Capgras syndrome in first episode psychotic disorders. Psychopathology 2014; 47:261-269.
Edelstyn NM, Oyebode F. Review of the phenomenology and cognitive neuropsychological origins of the Capgras syndrome. Int J Geriatr Psychiatry 1999; 14:48-59.
Kirov G, Jones P, Lewis SW. Prevalence of delusional misidentification syndromes. Psychopathology 1994; 27:148-149.
Keith A, Josephs MD. Capgras syndrome and its relationship to neurodegenerative disease. Arch Neurol 2007; 64:1762-1766.
Martínez Ron A. Un paciente llamado Oliver Sacks. Lainformación.com. http://noticias.lainformacion.com/ciencia-y-tecnologia/ciencias-general/un-paciente-llamado-oliver-sacks_Ry84uac10kgJ2YIip8zET3/
Hirstein W, Ramachandran VS. Capgras syndrome: a novel probe for understanding the neural representation of the identity and familiarity of persons. Proc Biol Sci 1997; 264:437-44.