sábado, 29 de octubre de 2016

LECTURA RECOMENDADA


5 libros sobre ciencia política que tenés que leer
Isidoro Cheresky propone cinco lecturas de autores clásicos para examinar los desafíos y transformaciones que atraviesan las democracia

El docente e investigador (UBA - Conicet) Isidoro Cheresky nos propone cinco lecturas especialmente fundamentales a la hora de reflexionar sobre las transformaciones que están atravesando las democracias contemporáneas. Sus recomendados son:

La condición humana, de Hannah Arendt (ediciones varias, incluso en español)
"Esta obra clásica de Arendt, expone el núcleo de su teoría. Según la autora, lo propio de los seres humanos, a diferencia de otros seres vivos, es su condición de fabricantes de un mundo en el que nos encontramos al nacer. Pero, por sobre todo, el atributo característico, pero potencial, es el de la acción, que requiere para su despliegue un espacio público de pluralidad, es decir, de semejantes/diferentes.
"Y ese actuar (acción y palabra) constituye un segundo nacimiento pues en ese espacio público, cuando adviene, los individuos cobran una existencia resultante del mostrarse, ver y ser vistos. En esta perspectiva la comunidad política es tal pues se constituye una comunidad política y se ilumina una historia propiamente humana.
"Para Arendt la sociedad moderna y en particular la sociedad de masas y su derivación totalitaria, desplazan la acción y el sentido, del estar juntos como capaces de comenzar y recomenzar la acción, hacia la reproducción de la vida, es decir, un repliegue en el sustrato biológico."

Essais sur le politique, de Claude Lefort (Seuil, fragmentariamente recuperado en algunos libros y revistas en español)
"En los capítulos de este libro se encuentra argumentada la concepción contemporánea de la democracia , propia a la creatividad conceptual de Lefort, como forma de sociedad -el "vivir juntos"- y no meramente como una esfera -no desdeñable por cierto- de competencia entre partidos y lideres en la elección de gobernantes.
"Esta obra despliega la consideración de la democracia, como un régimen y forma de sociedad, caracterizada por la indeterminación. Y ello es así pues la democracia -a diferencia del antiguo régimen o de los totalitarismos- carece de un fundamento. Libertad, igualdad, fraternidad, son principios y no definiciones. El sentido y alcance de esos principios es reformulado en la deliberación y pronunciamiento de los ciudadanos en cada sociedad a través de la historia, sostenidos tan sólo en la radical novedad de los orígenes de los representantes franceses de cuyas deliberaciones indeterminadas surgió la declaración de derechos del hombre de 1789. para el mundo. Lo irreductible -según Lefort- es ese nuevo atributo de los hombres: 'el derecho a tener derechos'."

La contrademocracia, de Pierre Rosanvallon (Seuil, Manantial)
"Se trata de el primer libro de una cuatrilogía que constituye una original perspectiva de teoría política contemporánea. Se enuncia en el una evolución, al menos en Occidente, hacia sociedades post-representativas.
"En el argumento adquiere centralidad la desconfianza ciudadana hacia el poder político: gobernantes y representantes. Por ello, la consagración electoral de gobernantes legales no conlleva la legitimidad ulterior de quienes ejercen el poder. Los ciudadanos vigilantes juzgan los avatares de la vida pública y eventualmente vetan las decisiones que desean convalidar. De modo que la actividad política en las sociedades contemporáneas conlleva un alerta ciudadano continuo y a veces participativo. Según Rosanvallon, el espacio público en nuestros tiempos alberga poderes indirectos sustentados en parte por representaciones no electorales conformada por actores institucionales e individuos reconocidos por la opinión por su presunta imparcialidad o por su pretensión de reflexividad sustentada en valores. Otra fuente indirecta proviene de la ciudadanía que, en su alerta, fomenta el juicio y, eventualmente, el veto a las decisiones de los gobernantes sin esperar el término de los mandatos para expresarse más como acción negativa o rechazo, que como demandas específicas."

El buen gobierno, de Pierre Rosanvallon (Seuil, Manantial)
"El autor parte de constatar un diagnóstico de mal gobierno en las democracias contemporáneas. Ello esta sustentado en la creciente escisión entre los poderes ejecutivos y la ciudadanía pero también respecto a las instancias representativas legislativas.
"En esta obra, Rosanvallon describe la creciente presidencialización de las democracias desde el siglo XX. En términos institucionales, la concentración de capacidades en el Ejecutivo en desmedro de instancias legislativas, ahora subordinadas. Esta evolución se produce a contracorriente de cómo se concebía la República en los inicios fundacionales que asociaban al parlamento deliberativo con la primacía de la ley impersonal. Los partidos a la vez no son más intermediarios entre sociedad e instituciones políticas, deviniendo auxiliares del ejecutivo.
"Una deriva normativa que desarrolla el autor es la de prolongar la democracia de autorización efectivizada en el acto electoral con la democracia de ejercicio, es decir, en el ejercicio cotidiano del poder. La existencia institucionalizada de instancias argumentativas y deliberativas de las decisiones y políticas es calificada como "apropiación ciudadana del poder".
"Este abordaje de nuevas formas políticas es considerada como expansión de lo que ya esta emergiendo en las sociedades contemporáneas : movimientos de resistencia o de veto sin líderes, organizaciones autoconvocadas de vigilancia y de control de los poderes."

Gobernando en el vacío, de Peter Mair ( Alianza)
"Se trata de una compilación posterior al fallecimiento del autor, que reúne un manuscrito inédito hasta el momento de esta publicación -un adelanto de un libro comprometido con Editorial Verso -, a lo que se sumaron dos artículos previamente aparecidos en revistas.
"El inicio es contundente: 'La era de la democracia de partidos ha pasado'. Y presenta una genealogía de la relación de los ciudadanos con los partidos y de éstos con el Estado en el contexto europeo .
"Enfatiza una deriva apolítica en las sociedades democráticas: indiferencia y aún, en parte, sentimientos anti-políticos en los ciudadanos, pero también en expertos y políticos (lo que otros autores califican de pragmatismo).
"Los partidos que Mair califica como "cartels" son un ente diferente a lo que denominaba de ese modo en el pasado. Se trata de redes refugiadas en el aparato de Estado que se sirven de sus recursos materiales y humanos. Como contrapartida, según el autor, el espacio que alguna vez existió de interacción con los ciudadanos se ha vaciado."

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