lunes, 22 de agosto de 2016

LA ARGENTINA QUE POCO MIRAMOS VALE LA PENA


Muy cerca de Areco, el pequeño pueblo todavía conserva el estilo de vida de la época de los inmigrantes y ofrece buenas opciones para comer y descansar

 A 22 kilómetros de San Antonio de Areco, Villa Lía tiene 1200 habitantes y un puñado de manzanas. Basta caminar 800 metros hacia cualquier dirección para caerse del mapa. El pueblito tiene dos calles asfaltadas. La principal se llama San Martín y termina en la estación del ferrocarril. La otra es Tucumán y llega hasta la unidad sanitaria. Justo en la intersección de San Martín y Tucumán se encuentra la Panadería del Sol, esas panaderías de antes que hasta hoy siguen cocinando el pan en horno de leña. La panadería era de Fernández, el panadero del pueblo. Hoy la atienden sus dos hijas, las Fernández. La mayoría de las casas se calefaccionan con salamandras, hay olor a leña y a tierra húmeda.
Hace un tiempo que Villa Lía, junto con otros pueblos vecinos del pago como Duggan y Vagues, promete convertirse en parada alternativa al turismo rural que cada vez más se acerca a las tradiciones de Areco.
En 2012 abrió el boliche Lo Pascual, un restaurante de campo que ocupa la esquina de un antiguo almacén de ramos generales de 1923, completamente restaurado. El local todavía conserva los pisos de madera, los mostradores y las estanterías originales, altísimas hasta el techo, donde se acopiaban bolsas de alimentos y artículos de ferretería, recados, tientos para los caballos y tantísimos artículos de todo tipo y tamaño.
Hasta hace poco todavía despachaban combustible con un surtidor en la vereda, que aún sigue ahí, aunque fuera de servicio. También había palenque para los caballos. "Los parroquianos llegaban del campo y se apeaban para hacer sus compras, bebían una ginebra y se jugaban una partida a los naipes", cuenta Julia Manso, sobrina de su antiguo propietario Raúl Pascual, hoy a cargo del restaurante.
"En realidad el almacén pasó por varias manos -sigue Manso-. Los primeros fueron unos colonos suizos. Incluso muchas piezas que quedaron en las estanterías tienen los sellos del antiguo ferrocarril. Cuando se formó la Colonia Suiza en Baradero ellos se fueron a vivir allá y en 1940 vendieron el fondo de comercio a unos gallegos. Luego mi tío, Raúl Pascual, comenzó a trabajar como empleado en el almacén. Primero les compró una parte, luego compró otras partes y se quedó solo. Funcionó hasta 2010. Y en 2012 arrancó el restaurante".
Los almacenes de ramos generales fueron muy importantes en Villa Lía, especialmente cuando aún no había ruta para ir hasta Areco y muchos pobladores que vivían en el campo llegaban hasta aquí una vez por semana a hacer sus compras. "La época de apogeo fue la década de 1950. Llegó a haber cinco almacenes sólo en Villa Lía. En los últimos 30 años quedaron dos: El Almacén de Pascual y el Almacén de Caunedo, que en los últimos tiempos se convirtió en un autoservicio, aunque la fachada se mantiene intacta", cuenta por su parte Luz Argibay Pascual, también sobrina de Pascual? y de Caunedo, que hacia fin de año abrirá su propio restaurante frente a la plaza José Hernández.

Objetos de antes
A sólo una cuadra del boliche de Pascual puede visitarse, además, la antigua casa de los Barnetche, una familia de vascos franceses que eran los carniceros del pueblo, convertida en museo. "Rostros de la pampa hace foco en los inmigrantes que poblaron estas tierras a principios del siglo pasado. El 70 por ciento de los primeros habitantes de Villa Lía eran inmigrantes que tomaban el tren en Retiro -en ese momento Central Córdoba-, y se bajaban en la estación de Villa Lía para comenzar una nueva vida", cuenta Laura Carugati, fundadora del museo. La visita permite recorrer la antigua casa, desde el local donde funcionaba la carnicería hasta el interior de la vivienda, la cocina, los cuartos y la galería, a través de diferentes objetos en exposición como baúles, un antiguo sillón de barbero o herramientas de distintos oficios, un viejo gramófono, un lavarropas manual y otros objetos típicos de la vida rural entre 1870 y 1930. Además tiene un anexo a pocas cuadras de allí: una colección de 40 máquinas rurales, arados, extractores de papa o antiguas cosechadoras, en el campo recreativo La Segunda.
Frente a la plaza José Hernández se puede apreciar la capilla San José, de 1929.
La primera casa construida en el pueblo se remonta a 1910 y todavía está en pie en la esquina de Corrientes y San Martín, donde funcionaba otra antigua carnicería, Las dos Esther. La segunda casa se encuentra sobre la calle Mendoza 678, frente a la plaza, donde próximamente se abrirá el segundo restaurante de Villa Lía. Siempre alrededor de la plaza, también se destaca el cuartel de los bomberos voluntarios y su viejo autobomba que se luce en la puerta. "Es un Ford modelo 1938, el primero de Villa Lía. Puede cargar 3000 litros de agua y todos los sábados lo sacamos a dar una vuelta", asegura Julio Troussel, uno de los bomberos del destacamento.
Al final del recorrido, frente a la estación del ferrocarril, se accede a la antigua Casa Bellavista construida en 1928 por Mariano Ustáriz, un importante acopiador de cereales de principios del siglo pasado, muy ligado a los orígenes del pueblo.
"En esta esquina funcionaron las oficinas de la firma Ustáriz y Cía. Ltda., que al lotear y vender en remate público estos campos empezó a dar forma a Villa Lía. La firma ofrecía también diez mil ladrillos a los compradores de cada fracción, para que pudieran construir su casa y se pudieran afincar definitivamente", cuenta Sebastián Madina, a cargo de la hostería que hoy funciona en el lugar.
Ustáriz donó además los terrenos para la plaza y edificios públicos, y la capilla San José, que construyó en 1929 en homenaje a su fallecido hijo José.ß
Datos útiles
Cómo llegar. En auto: desde Buenos Aires, tomar la Panamericana y seguir Acesso Norte Ramal Pilar (Ruta 8) hasta el cruce con la 41 (rotonda). Doblar por la 41 hacia la derecha en dirección a Baradero. A los 12 km se encuentra a mano derecha el acceso a Villa Lía. A los 5 km el acceso se convierte en San Martín (la calle principal). Peajes (45 pesos).
Dónde dormir. Casa Bellavista. En San Martín y Santa Fe (frente a la estación Villa Lía). El módulo de dos habitaciones, comunicadas, para 4 personas, cuesta $ 2800 con desayuno. Para 2 personas, $ 1800. Salón de juegos, parrillas, sala de estar y biblioteca. Reservas: 15 6054 3442; (02326) 498 244 o por mail: casa@casabellavista.com.ar; www.casabellavista.com.ar
Campo recreativo La Segunda. En calle San Luis s/n, zona rural (a 800 m de la plaza). Estadía de un día y una noche en casa de campo, para cuatro personas (2000 pesos); vagón rural para dos personas, 600 pesos. También se puede acampar por 200 pesos por día. Incluye piscina, bicicletas y cabalgata. En el mismo predio funciona el anexo del museo, donde se exhiben antiguas máquinas rurales. Entrada, 30 pesos. Reserva 4799-1106; www.crlasegunda.com.ar
Dónde Comer
Almacén de Pascual. Sarmiento y Tucumán. Los menús cuestan desde 130 a 210 pesos. Incluyen entrada, plato principal y postre a elección. Abre los viernes a la noche, sábados al mediodía y por la noche; y domingos al mediodía. Reservas: (02326) 498338; (02326) 498014.

A. R.

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