miércoles, 20 de abril de 2016

POR NUESTRO PAÍS.....CONOCÉ TRASLASIERRA, CÓRDOBA


Traslasierra, donde cabalgó alguna vez el Cura Brochero, que pronto será canonizado, goza de un aire místico, historias de vida y paisajes ideales para recorrer Cerca de la naturaleza y con una energía especial.

 Esta provincia y la religión tienen una relación de siglos. Los jesuitas llegaron a fines del 1500 y dejaron sus huellas en todo el territorio, entre las que se destacan las estancias de Caroya, Jesús María, Santa Catalina, Alta Gracia, La Candelaria y San Ignacio, declaradas patrimonio de la humanidad por la Unesco.
Hasta el Papa Francisco pasó parte de su vida aquí, primero como novicio jesuita y después como sacerdote de la orden ignaciana. Sin embargo, este año es un sacerdote pobre que andaba en mula por las sierras el que concentra la atención: el Cura Brochero.
El nombre de José Gabriel Brochero, que en octubre sería consagrado santo en el Vaticano, es sinónimo de Traslasierra. A lomo de mula atravesaba las Sierras Grandes que separan la ciudad de Córdoba de esa zona, ubicada al oeste de la provincia, en el límite con San Luis, atravesada por la ruta provincial 14.
Sólo las vistas del camino justifican hacer el viaje; alturas que se mezclan con mesetas agrestes y hasta algunos cóndores sobrevolando, todo coronado por el cerro Champaquí que, con 2790 metros, es el más alto y el más grande de toda la provincia.
Sólo los formalismos demoraron la canonización de quien siempre fue muy especial para la zona, según dicen por acá. Llegó a Villa del Tránsito (como el lugar se llamaba entonces) en 1869 y, por más que fue y volvió varias veces, ese se convirtió en su lugar en el mundo. Allí predicó, construyó, educó y hasta enhebró historias de amor.
En los últimos meses los peregrinos, curiosos y turistas abundan por el pueblo. Visitan la Casa de Ejercicios Espirituales, donde está el museo de Brochero, y la parroquia Nuestra Señora del Tránsito, que guarda los restos del cura.
Fue Brochero quien puso la piedra fundamental de la capilla; no la vio terminada puesto que la obra se concluyó un mes después de su muerte, en 1914. Fue renovada en la última década, se le cambiaron los pisos y se reconstruyó el espacio para las ofrendas. Se colocaron 12 cruces y símbolos religiosos hechos con arcilla de los lugares por donde pasó el "cura gaucho", realizados por Atilio López, un artista local.
El museo funciona en la Casa de Ejercicios Espirituales que construyó Brochero. En las diferentes salas hay objetos que pertenecieron al cura, como su camastro, el poncho y su misal. También se recrea la forma de vida del pueblo en el siglo pasado con la exhibición de telares, instrumentos musicales, morteros y alfarería.
Claro que la mayoría de los visitantes también aprovecha para darse una vuelta por el río Panaholma (tiene aguas mesotermales, con alta concentración de minerales y temperaturas que rondan los 35 grados) y disfrutar de cabalgatas, trekking o simplemente de un cabrito, el plato típico de la zona.
Desde la Agencia Córdoba Turismo, Julio Bañuelos señala que el que hace turismo religioso en general elige un formato diferente, más ligado a lo místico y a lo espiritual. En ese sentido, Traslasierra reúne todos los ingredientes. "El pueblo de Brochero ya empieza a generar un parque temático alrededor del fenómeno del santo", explica.
Reconoce que quien llega a Brochero movido por la fe, no tiene el mismo perfil del que viene a recorrer la zona inquieto por otras historias o por el paisaje, pero admite que son muchos los que comparten intereses.
El signo de la vida sana

"Traslasierra tiene una energía especial". La frase la repiten, sin dudar, los miles de nuevos habitantes de los pueblitos que se encadenan desde Villa Dolores hasta el límite con San Luis, incluyendo la más populosa Mina Clavero.
Desde Nono, donde tiene su casa, Ludovica Squirru dice que la zona guarda "enseñanzas". Era una nena cuando empezó a desandarla con su abuela que tenía una casa en Las Rabonas. No duda en que el magnetismo tiene que ver con el cuarzo que guardan las Sierras Grandes, la formación precámbrica más antigua de Latinoamérica.
Rodeada de plantas y animales, en una casa pegada a las sierras, Ludovica cumple diariamente su ritual de meditación y "ceremonias". Cuenta que dedica su tiempo a estudiar, a cuidar de su jardín y a disfrutar de la "comida sana y rica" local. Aunque se inclina por lo natural, riendo señala que "un buen asado" es siempre bienvenido.
Luca Prodan, el líder de Sumo, pasaba meses en Nono, donde era un vecino más. Hoy anda Germán Daffunchio, también de Sumo y hoy de Las Pelotas, quien está convencido de que es el ambiente ideal para hacer música. Temprano, suele salir a hacer las compras y charlar con conocidos.
Los sábados a la mañana una feria es el punto de encuentro de lugareños y turistas. La plaza de Villa Las Rosas reúne a productores de alimentos orgánicos, cocineros improvisados, músicos, artesanos y reikistas. Armonía es el concepto más escuchado en un clima de confraternidad y alegría en el que no falta el trueque.
Samosas, wraps de vegetales, woks y sandwichs para veganos se multiplican en los stands. Los amantes de la carne no deben alarmarse, también hay opciones para ellos. Sebastián Manso se instaló hace seis años en la zona; con su esposa dejaron "absolutamente todo, hasta cierta seguridad", en la Capital Federal y eligieron -después de explorar un tiempo- Villa Las Rosas, donde se dedican a la cocina. Están felices con el cambio.
En Nono, el museo Rocsen es una visita obligada. Su fundador, el francés Juan Bouchon, es la mejor compañía para recorrer esta colección polifacética. Llegó a la Argentina en 1951 para trabajar en la Embajada de Francia y después de ocho años eligió el lugar por su microclima. Desde los tres años viene reuniendo objetos y desde 1969 tiene su museo, que no cerró nunca, ni un día. "Hay que llegarse porque tenemos 51.328 objetos, de 43 temas diferentes", resume.
Es difícil definir al Rocsen; la casona conserva desde narguiles y vajilla morisca de una familia árabe que desembarcó en Traslasierra hasta una momia de Nazca de unos 1200 años. Aunque ecléctico, cada sala trata de guardar cierta armonía, lo que no es fácil.
Los extranjeros que llegan lo tienen señalado en sus guías y Bouchon les relata cómo cumplió su sueño de armar esa colección, que también incluye vasijas que los primeros cristianos usaban para llorar a Jesús (lagrimatorios), estatuas de filósofos y una talla de Alejandro Magno. Su creador insiste en que "todo está relacionado" y se define como un creyente en el "sincretismo universal".
Enclavado en las sierras, en Las Chacras, vale la pena darse una vuelta por el Museo del Libro. Su dueño, Luis Berraute, reviste categoría de personaje; lleva reunidos más de 500 ejemplares legítimos de los años 1500 a 1800. Berraute conduce a la gente a través de las estanterías contando historias: "Podemos recobrar perspectivas, viajar a través del tiempo, conectarnos con lo mejor de las personas, con objetos que fueron de otros", dice.
San Javier, Los Hornillos, Las Tapias, Loma Bola y Luyaba ofrecen rincones para explorar, peñas que se arman espontáneamente en las plazas, comidas tradicionales y pobladores de años que no dudan en recomendar "yuyos serranos" para calmar dolencias urbanas.
Córdoba Turismo
Iglesias y repostería
Para Semana Santa en Córdoba capital las visitas a las iglesias son obligadas, no sólo para quienes tienen devoción religiosa, sino para los que están paseando y pueden aprovechar la oportunidad para recorrerlas y admirar el legado jesuita, declarado "Patrimonio de la Humanidad" por la Unesco.
Desde que Jorge Bergoglio fue designado Papa, la Compañía de Jesús habilitó la visita a lo que fue su espacio cuando vivió en la ciudad. El museo dedicado específicamente al arte religioso es el Juan de Tejeda, mientras que el Obispo Fray José Antonio de San Alberto representa parte de la historia de los novicios jesuitas.
Por otro lado, desde el 18 hasta el 27 se realiza la Feria Internacional de Artesanías en el Complejo Ferial, a pocos metros del estadio Mario Kempes.
En el interior, en esta fecha se destaca Villa General Belgrano con la Fiesta de la Masa Vienesa, una propuesta que reúne lo mejor de la pastelería alemana y austríaca en el salón de Eventos y Convenciones de la ciudad. La gastronomía se combina con espectáculos musicales, exposiciones y la tradicional "búsqueda del huevo de Pascua".
Datos útiles
Cómo llegar
Desde la ciudad de Córdoba hay unos 160 kilómetros que se pueden cubrir por el Camino a las Altas Cumbres o (alargando un poco) por Villa Carlos Paz. Desde la capital hay buses diferenciales con buena frecuencia a Villa Dolores y Mina Clavero.
Dónde dormir
Traslasierra cuenta con variada oferta de cabañas (desde $1500 para dos), hoteles (desde 600 pesos la noche por persona en establecimientos de categoría media). Estancia de la Cruz es una propuesta en San Javier cuyo edificio fue diseñado por el ganador del Oscar Eugenio Zanetti. El Loma Bola, en la localidad del mismo nombre, funciona en una construcción de fines del 1800 con servicio de primer nivel.
Qué comer
Las opciones son múltiples y para todos los gustos. La comida casera es la más recomendable, con el cabrito asado como estrella. Por persona, un plato y bebida a partir de 120 pesos.
Qué visitar
Museo Brocheriano (Villa Cura Brochero; de 10 a 18, lunes a sábados; domingos de 10 a 16; $50 mayores y $30 menores y jubilados); Museo Rocsen (Nono; todos los días de las 9 al anochecer; entrada, $100); Museo del Libro (Las Chacras; todos los días de 9 al atardecer; entrada $100).

G. O. 

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